Hace unos días fue el examen MIR para futuros médicos residentes y casi sin querer el tiempo retrocedió. Fueron quizá los diez meses más difíciles que recuerde. A la necesidad de aprobar , por ser la única vía para hacer una especialidad médica, se unía la incertidumbre propia que generaba el posible fracaso cuyo sabor amargo ya había probado anteriormente. Muchos aspirantes para pocas plazas con otros filtros posteriores como eran poder elegir la especialidad que deseabas y en alguno de los hospitales que pensabas podía ser el ideal.
A la vuelta de la mili nos habíamos quedado descolgados del numeroso grupo de nuestra brillante promoción que había superado en la convocatoria anterior el preciado acceso. Así , acompañado de Paco Serrano , aún hoy hombre difícil de escrutar,y de mi inseparable Javi Hortal comenzamos una carrera que empezaba en diciembre y que acabaría a primeros de octubre. La biblioteca de la facultad fue testigo muda de aquello, la abríamos y la cerrábamos, escondidos en el primer piso huyendo del silencioso bullicio de la sala . Por la mañana una médica y por la tarde una especialidad , Harrison marrón , undécima edición , devorado. Por la noche , ya en casa , bichos o fármacos que de todo hay que saber . Pocas salidas, bodas de amigos y alguna noche del viernes, noches de vértigo casi sin freno, José Antonio vigila un tiempo sin estaciones, de fondo siempre la misma canción de Peter Gabriel , » Don´t give up», que la mano de alguien más que una buena amiga se empeñaba en poner.
La escuela de Caminos fue el lugar donde me examiné con la conciencia tranquila por el esfuerzo realizado, en la soledad de la playa del Inglés , en el pueblo de Valle Gran Rey de la remota Gomera me llegó la noticia del aprobado, la buenas notas obtenidas por los tres las celebramos en el castizo Brillante con bocata de calamares incluido. Lo siguiente conduce hasta ahora.
Aproveché que teníamos en casa unas verdinas de Ardisana, allá por donde pasa el «camín encantau», para hacer esta receta , ideal para este frío pero normal invierno. Avelino me insistió en poner los berberechos , que las almejas estaban demasiado caras y no darían el mismo resultado. El resultado ha sido francamente bueno , platos vacíos y olla tiritando. Receta propia , un poco de aquí y un poco de allá.
Tiempo de elaboración : 3 horas , incluye tiempo de cocción.
Nivel de dificultad: Escasa , pero te tiene que gustar un poquito cocinar, lo justo.
Ingredientes para seis personas:
- 700 gramos de verdinas.
- 500 gramos de rape , mejor si son cachetes.
- 350 gramos de berberechos.
- 1250 cc. de caldo de pescado ( Aneto es una opción válida)
- 2 o 3 dientes de ajo.
- 1 cebolla hermosa.
- Azafrán .
- Una cayena.( opcional).
- Aceite y sal
Elaboración.
- Pongo las verdinas en agua fría la noche anterior.
- Pico finamente la cebolla y los ajos. Troceo los cachetes y reservo.
- Pogo en una cazuela dos cucharadas de aceite y rehogo la cebolla , la cayena y los ajos , añadiendo también las hebras de azafrán aproximadamente a la mitad de la cocción anterior.
- Una vez hecho lo anterior ,añado las verdinas envolviéndolas con el rehogado.
- Añado el caldo de pescado del tiempo hasta cubrir con leve holgura las verdinas, no ha de estar caliente para evitar estropear las verdinas.
- Pongo a cocer a fuego lento y con la olla tapada durante dos horas y media las verdinas , rectificando de sal y añadiendo caldo si fuese preciso , en este caso si ha de estar caliente para evitar romper la cocción .
- Cuando falten 5 minutos incorporo el rape y posteriormente los berberechos , subiendo la intensidad del fuego.
- Reservo hasta el día siguiente aprovechando para sacar las conchas de los cárdidos.
- Caliento a fuego lento y sirvo humeante.
- Simplemente espectacular como podéis comprobar.
Ciertamente espectacular y no parece complicado…. ¡Te la copio!
Me gustaMe gusta
Muy fácil y agradecidas.Saludos
Me gustaMe gusta
Muy buena pinta Agustín. Precisamente hace unos días hice yo unas verdinas pero con almejas. Espectaculares también.
En la variedad está el gusto.
Un beso
Me gustaMe gusta
Seguro que estaban de aúpa. Otras veces las hice así, pero esta vez cambié.Un abrazo.
Me gustaMe gusta