Muchos viernes acabábamos en » La casa del Pulpo», el pequeño bar donde Moncho cocía los preciados cefalópodos en su gran olla de cobre, las raciones generosas, por encima de lo normal, en agradecimiento por tratar a su Maruxa de la » vaporosis». Nada de cañas, la medida mínima era una pinta, a todas luces necesaria para combatir la rabia que salía de los seleccionados pimientos de Padrón que nos ponía como tapa. El jefe Resines , disciplina germánica y formación inglesa, invitaba generosamente al tiempo que Antonio, mi buen Antonio, ajeno al picor de las solanáceas, seguía en su mundo, el de la búsqueda de la felicidad, aún continúa así.
La semana había sido complicada, como la mayoría , ocho ingresos en la última guardia que descabalaban la programación prevista a nuestro llorado y recordado Juan Arias. Ramón , el auténtico Dr. Jekyll y Mr. Hyde , llegaba del ambulatorio cuando servían la primera ración del mejor pulpo a feira de todo Madrid. Javier, sonriente como siempre,recordaba la última trastada que se nos había ocurrido, la de inyectar Seguril en la naranjas que Manolo se tomaba antes de acostarse y que le tenía todas las noches de guardia yendo y viniendo al baño preguntándose si no sería el momento de visitar a los urólogos aunque esto sólo le pasase en la guardias. » Igual es el estrés , Manolo » afirmaba Jesús poniendo su mejor cara de bueno, la de no haber roto un plato en su vida, la de parecer ajeno al hecho.
Sección C , Trauma II, hospital 12 de Octubre , ése fue el lugar donde hice la residencia, sensación permanente de estar en familia. Recuerdos de auténticos puzzles óseos resueltos con el habitual buen hacer de la casa , de guardias agotadoras que acababan a altas horas de la madrugada con una partida de mus y una coca-cola tenuemente perfumada con agua de vida , recuerdos de risas, muchas, y de lágrimas , más de las que por ley de vida nos hubiese tocado. Unos son jefes de servicio, otros lo son de sí mismo, unos quedaron y otros nos fuimos, pero todos sabemos de dónde venimos.
La receta de hoy es de ésas que dejan huella , hace tiempo la probé en un restaurante en el bello pueblo de Laguardia transformándose en uno de mis platos favoritos. He seguido las indicaciones que Martín Berasategui explicó en un divertido programa de televisión, Robin Food. En mi caso , la calidad de las alcachofas no fue la deseada por lo que pido disculpas por no estar emplatado como me hubiere gustado.
Tiempo de elaboración: 1 hora.
Nivel de dificultad: Medio, tirando a bajo.
Ingredientes para 4 personas.
- 12/14 alcachofas.
- 1/2 Kg. de almejas.
- 2/3 dientes de ajos
- 250 ml. caldo de pescado.
- 1 vaso de vino blanco.
- 1 cucharada rasa de harina
- 3 /4 cucharadas de aceite.
- Perejil picado, una cucharada aproximadamente.
- 1 cayena ( opcional).
- Agua y sal
Elaboración:
- Pongo agua con sal a hervir.
- Pelo las alcachofas , retirando las hojas exteriores hasta que se desprendan fácilmente, con ayuda de un cuchillo afilado pelo cuidadosamente el tallo.Según las limpio las echo en el agua caliente , rectifico de sal. Hervir durante 15 minutos. Reservo en su caldo.
- En una tartera con aceite a fuego bajo echo el ajo finamente picado , cuando empiece a dorarse añado la cucharada rasa de harina y remuevo con ayuda de una cuchara de madera vigilando que no se queme.
- Subo el fuego levemente e incorporo el vaso de vino moviendo constantemente la cuchara con el fin de deshacer la harina al tiempo que se evapora el alcohol, durante un par de minutos.
- Vierto poco a poco el caldo de pescado y sigo removiendo hasta conseguir la una mezcla homogénea, levemente espesa.
- Aumento la intensidad del fuego y añado las almejas manteniéndolas hasta que se abren , momento en el que las saco y reservo.
- Paso las alcachofas a un escurridor y las corto por la mitad, retirando alguna hoja dura que pueda haberse quedado.
- Incorporo éstas a la salsa para que hiervan a fuego medio durante cinco minutos , añadiendo posteriormente las almejas, cociendo en conjunto otros dos o tres minutos más. Espolvoreo el perejil por encima.
- Sirvo y emplato.
Qué delicia de receta y de mujer que tienes, querido Agustín
Vaya detallazo!! Han nombrado tu blog en el programa del ciudadano García.
Todo un honor.
Un beso
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Así es, una delicia por partida doble , aunque me quedo con la segunda aún siendo la primera de mis favoritas. Un beso y gracias por las letras que has puesto , prueba la receta, te sorprenderá.
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Hola Agustin , buen blog , y me ha encantado la foto del txoco , que por lo menos tiene 20 años. En Enero te invito a que nos lo prepares en el txoco , comida de traumas gastros .
Yo tambien me entere por Mar !,
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Estaré encantado, es de hace 21 años, fue mi despedida de soltero. Grandes momentos los que se pasaron en aquel Txoko. Un placer saber de ti.Un abrazo.
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Jo qué buena pinta! Me encantan las alcachofas, pero nunca las he probado con almejas.
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Te las recomiendo , es un plato tremendamete sabroso.
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