Conocí a Goyo hace ya más de una década a través de un familiar común y desde entonces la relación no ha hecho más que afianzarse. Él había tenido un accidente de tráfico y un mal diagnóstico, yo tuve la suerte de poder ayudarle a tiempo . Hombre hecho a sí mismo , de esos que empezaron desde abajo venciendo todo tipo de adversidades, hombre de monte , de los que conocen los senderos , trochas y cordeles de la Sierra de Gredos como si los hubiera trazado él. Desde el primer momento no he hecho sino disfrutar de su permanente y sincero agradecimiento demostrado en variadas situaciones. Una muestra de su generosidad ha sido la de mostrarme los mejores parajes de esa sierra nuestra a la que tanto queremos . Me ha enseñado, entre otros lugares, el perfil traicionero y seductor de La Galana, la portilla Bermeja que lleva al Almanzor o el sorprendente puente de piedra sobre la truchera garganta de Barbellido.
Pero sin duda hay una cosa que siempre le agradeceré, sabedor de mi afición por recolectar setas, decidió un día compartir conmigo sus secretos micológicos, no sólo su enorme conocimiento en la materia también los mejores lugares donde afloran. Cada día que salimos es una enseñanza de vida, una explicación continua , que la primavera es tan buena como el otoño, que el pino valsaín es al edulis lo que el negral es para el «nízcalo » que así los llama él , lo bien que casan la oronja y la castaña,mira el roble por si hay rebozuelos, que en la fuente la Tea hay un manto de corujas o pamplinas para hacer las mejores ensaladas o que las de pie azul y los parasoles hacen gran apaño en la mesa.No hay día sin aprendizaje.
No ha sido éste un buen otoño, las lluvias aunque copiosas fueron tardías , el suelo seco , el solano y las altas temperaturas posteriores no ayudaron, mucha zapatilla para poco bagaje, terminando como siempre, torreznos sin grasa donde Miguel y revolconas en casa Alfonso que apenas engordan.
La receta de hoy es propia, no está tomada de ninguna fuente, y usa como elemento principal al boletus edulis, posiblemente mi seta favorita. Como veréis más a delante el plato no puede ser más sencillo de realizar, sólo hace falta buen género para sorprender a cuantos comensales se sienten en vuestra mesa.
Tiempo de elaboración : 30 minutos.
Nivel de dificultad: bajo.
Ingredientes para 4 personas:
- 400 gramos de boletus edulis.
- Una bolsa de rúcula.
- Un puerro.
- Queso manchego para laminar o rallar. Vale cualquier trozo que se nos haya quedado suelto por la cocina.
- Un diente de ajo.
- Sal y pimienta.
- Aciete y vinagre .
- Una guindilla . ( opcional)
Elaboración :
- Limpio y lamino los boletus de forma homogénea con ayuda de un cuchillo o una mandolina .
- Lavo y troceo el puerro, usando sobre todo la parte verde del mismo . Pico el ajo.
- Lamino o rallo el queso, reservo.
- En una sartén con poco de aceite rehogo el puerro y el ajo así como la guindilla quien así lo haya decidido .
- A los tres o cuatro minutos añado los boletus laminados . Salpimento y corrijo de aceite…
- Dejo hacer a fuego medio-bajo durante diez o doce minutos aproximadamente , mientras tanto hago una vinagreta ligera en proporción 4:1 aceite/vinagre.
- Una vez hechos , escurro de aceite los boletus colocándolos en el centro del plato, en torno a ellos dispongo la rúcula, añado la vinagreta y espolvoreo el queso por encima de la hortaliza.Sirvo.